Hoy quiero escribir sobre Susan Sotang. Una intelectual fallecida a fines del 2004 y que dejó una huella imborrable: sus interesantes ensayos en los cuales analiza originales temáticas relacionadas a la realidad humana, cultural y artistica, siempre aportando una mirada extremadamente única y lúcida.
He estado leyendo "Contra la Interpretación” y reconozco que algunos de sus capítulos tienden a ser un tanto académicos, saturados de ejemplos y de datos que se transforman en ripios que les restan agilidad al conjunto .Pero hay otros como el "Sobre el Estilo", el que lleva el titulo del libro “Contra la interpretación,” o el más entretenido referido a la cultura "camp", en los cuales la escritora dicta cátedra sobre estos temas, desplegando su arsenal de ideas tan certeras como apasionantes.
Por eso es que es válido mantener vivo el recuerdo de esta mujer, quien siempre supo que su mejor arma, en un mundo aplastado por la banalización, es el pensar, el reflexionar sobre aquellos asuntos relevantes que muchas veces han sido excluidos u olvidados. Una mujer que tuvo la convicción de que la verdadera libertad esta en la literatura, y en la creación sin restricciones, una libertad que no se transa y tampoco se compra con facilidades en algún mall.
En un mundo en el que todo (y todos) se mercantiliza, la integridad de estos seres, es cada ves más escasa. Abandonando a un miserable marido golpeador y encontrando finalmente el amor en una mujer que también posee su misma sensibilidad, la fotógrafa Annie Loibovitz, logró ir más allá de los prejuicios y las barreras que hasta las sociedades más modernas aun ejercen sobre estas mujeres temerarias.
En su larga lucha logró vencer a todos sus enemigos incluso al más implacable: la muerte. Sí la venció justamente, con su mejor arma, sus ideas, condensadas en estos ensayos que la hacen inmortal.
