lunes, 19 de mayo de 2008

Ladytron : Velocidad Electrica


En este momento me encuentro escuchando por enésima vez el nuevo disco de Ladytron, "Velocifero", y me puedo percatar que definitivamente es adictivo. Este LP todavía no está en el comercio (se edita el 2 de junio)- pero gracias a la magia de internet-, específicamente "Rapidshare", lo estoy escuchando en estos momentos.
Si en la crítica al disco de Madonna me referí a la poca acertada presentación y título, y en éste trabajo es al revés: todo cuaja. La portada es preciosa, el nombre muy original y los temas de una calidad infinita. Ladytron ha tenido una evolución tan equilibrada, en el sentido que han logrado enriquecer su propuesta, sin desvirtuar su verdadera esencia. En su celebrado 604 (01) , su primer disco, la propuesta era netamente "electroclash", que es el estilo que fusiona el electro, el synth pop y la música electrónica. Su debut musical dio como resultado un conjunto de seductoras melodías, las cuales eran matizadas con los tintes sonoros algo obscuros y misteriosos, provenientes de unos post modernos sintetizadores "Moog". Sin embargo, a partir del segundo disco, irónicamente denominado "Light & Magic",(02), las composiciones se fueron tornando cada vez mas densas,concebidas en base a estructuras elaboradas en capas superpuestas de sintetizadores, las que crean atmósferas sombrías, envolventes, y lúdicas.
Con la edición de su tercer trabajo “Witching Hour” (05), la agrupación marcó la diferencia, entregando una nueva propuesta más acabada, en la que se comenzaría a notar aun más las influencias de ciertas bandas emblemáticas del “post punk” o el “new wave” como Wire, Joy Division, New Order, o The Cure. A raíz de esta evolución, las estructuras de los temas comenzaron a prescindir de aquel orden tan milimétrico, dando lugar a un sonido orgánico, y algo más cálido. Además, la inclusión de guitarras, y baterías reales, comenzaron a otorgarles una mayor consistencia a las composiciones.
Teniendo en cuenta esta nueva fase en artística, mucho mas abierta, y libre de los dogmas que los limitaban a ser una especie de banda de estética retro futurista, compuesta por androides que tocaban reboticas melodías. Este nuevo trabajo profundiza la propuesta de su anterior entrega, redondeando aun más su estilo, ya que aquí se mezclan a la perfección todos los elementos que componen el sello de esta banda inglesa. `Black Cat’, ‘Season of Illusions’ o ‘Predicted the Day’ recuerdan a sus inicios, con esas melodías de basadas en repetitivas secuencias, samples quebrados, y de un descarado espíritu pop. En ‘Burning Up’ y en ‘They Have You A Heart, They Gave You A Name’ nos encontramos en esa etapa intermedia, de transición, en la cual las melodías muy acaramelas comenzaban a fusionarse en composiciones algo más "dark", y en otros cortes como ‘Ghosts’ o ‘Im Not Scared’ nos encontramos con ese sonido mas “krautrock” de “Witching Hour”. Pero, además, debemos destacar canciones como la cautivadora ‘The Lovers’: un tema de atmósfera “vampiresca” que recuerda a Siouxsie and the Bunshes, o la muy bailable ‘Deep Blue’, que incorpora un pasaje en el que unos místicos que violines contrastan con la hedonista melodía.Y no puedo dejar de nombrar la entrañable Versus, tan en ensoñadora, delicada y acertada a la hora de incluir la vos de Danny Hunt (sintes, ahora también voces), la cual acompaña el frágil y dulce registro de Mira Aroyo. Quizás la única pequeña floritura de este disco, es la incomprensible inclusión del cover búlgaro ‘Klevta’, la que resulta algo anodina, y no encaja en una entrega que podría haber sido completamente redonda. Definitivamente, es adictivo el vértigo que produce viajar en este "velocifero", y lo cierto es que una vez que ya estas arriba no te quieres bajar más.

lunes, 12 de mayo de 2008

La Cosa que Leo


Este es una pequeño homenaje a una periodista muy atípica:Leo Marcazzolo . Cuando The Clinic era bueno, escribía la columna "La Cosa", y fue ahí donde pude conocer esos relatos casi siempre en primera persona, donde ella cuenta sin pudores sus vivencias y trivialidades sabrosas, muy bien condimentadas con ese humor negro. Pero lo más fascinate de esta periodista es esa desarrollada capacidad de reírse de ella misma,algo tan escaso en un país tan repleto de gente insegura como este, y en el cual se está más preocupado de aparentar grandeza, y de ser cancheros, que de sacarnos esos falsos envoltorios y mostrarnos auténticos.
Pero ella así como es de dura con sigo misma lo es con el resto,- a veces demasiado lapidaria - no hace concesiones con nadie. Honesta y con una escritura intencionalmente algo des prolija y cacofónica, Leo, escribe sobre esas cosas que la mayoría trata de esconder u olvidar: esos hechos indecorosos, patéticos y delirantes. Pero lo anterior siempre está matizado con vivencias entrañables, tan llenas de verdad y que además nos resultan cercanas, como es el caso de su nueva columna "Nostalgia", de Revista Mujer, donde simpre escribe sobre alguna cosa que para ella fue importante en el pasado pero que inexorablemente fue destruida por el paso del tiempo.
Hace poco lanzó un libro autobiográfico Papa y Mamá donde relata la historia de su vida desde que alojaba en el vientre materno hasta la adultez. Por desfinanciamiento no lo he podido adquirir, pero apenas pueda leerlo, lo comentaré. La portada del libro gráfica su particular personalidad: ella no se monta en un clásico caballo, si no que en una insólita estatua cocodrilo.Bizarro, por decir lo menos.

martes, 6 de mayo de 2008

Madonna :Hard Candy




Lo reconozco, soy prejuicioso. Es que este nuevo disco de la incombustible Madonna, no me transmitía muy buenos augurios. Eran demasiados antecedentes nefastos los que me hacían pronosticar el peor de los escenarios. Para empezar, un mal nombre: Hard Candy, que aparte de ser cursi, es archi- clisé; los asesores, y productores de la artista deberían saber que ya existe un película llamada Hard Candy, un perfume de Britney Spears denominado de igual forma, un mediocre tema de Suede, y quizás cuantas otras cosas que ignoro, y que también cargan con el mosqueado apelativo. A lo anterior hay sumarle la también refrita estética kitch- tan omnipresente en todo mainstream pop - y que envuelve cada aspecto de este producto musical .
Después, me enteré que en el primer single, Madonna, haría dupla con Justin Timberlake. ahí si que vi negro el panorama. me imagine la melosa y viscosa voz del cantante saturando de ampalogosa miel un caramelo incomible . Y cuando por fin escuche el primer single '4 minutes' , casi se me cayeron las orejas: no podía creer que Madonna sonara como un remedo de Cristina Aguilera.
Pero una amiga me paso los mp3, lo escuche, y me encontre con un trabajo muy superior a la media . Es decir, de los 12 temas, hay un single mediocre, 7 excelentes ( las sobresalientes,'Give 2 me', 'Voices' y 'Heartbeat', por nombrar sólo algunas), dos que están bastante bien ('Miles away', 'Candy Shop') y un par de cortes horrorosos: el flamenco de cartulina, Spanish Lesson y la ultra sobre producida incredible.
Resumiendo, la eterna sensei del pop volvió más actualizada y enchulada. Gracias a su ejercitado ojo de lince se dio cuenta que para que la escuche un publico menor de 30 años es necesario dejar a los productores electrónicos under tipo William Orbit o Mirwais y optar por otros mas masivos del tipo Timbaland. Esto influyo en que esta nueva propuesta apostara por un pop más agresivo, y dejara de lado ese aire más estilizado de sus discos anteriores.
En defintiva, la gracia de este trabajo es que Madonna tenia todos los ingredientes para fabricar un caramelo indigesto: un mal nombre,una portada con una propuesta gráfica impresentable, un Justin,- que no alcanza a perjudicar el álbum- pero que claramente está demás,un lamentable look de boxeadora glam, y un disco siempre al borde de la sobre producción. Pero Madonna como, casi siempre, fue astuta (o intuitiva),y logro el milagro: fabricar este dulce que se derrite en tus oídos y no en tus manos.