martes, 6 de mayo de 2008

Madonna :Hard Candy




Lo reconozco, soy prejuicioso. Es que este nuevo disco de la incombustible Madonna, no me transmitía muy buenos augurios. Eran demasiados antecedentes nefastos los que me hacían pronosticar el peor de los escenarios. Para empezar, un mal nombre: Hard Candy, que aparte de ser cursi, es archi- clisé; los asesores, y productores de la artista deberían saber que ya existe un película llamada Hard Candy, un perfume de Britney Spears denominado de igual forma, un mediocre tema de Suede, y quizás cuantas otras cosas que ignoro, y que también cargan con el mosqueado apelativo. A lo anterior hay sumarle la también refrita estética kitch- tan omnipresente en todo mainstream pop - y que envuelve cada aspecto de este producto musical .
Después, me enteré que en el primer single, Madonna, haría dupla con Justin Timberlake. ahí si que vi negro el panorama. me imagine la melosa y viscosa voz del cantante saturando de ampalogosa miel un caramelo incomible . Y cuando por fin escuche el primer single '4 minutes' , casi se me cayeron las orejas: no podía creer que Madonna sonara como un remedo de Cristina Aguilera.
Pero una amiga me paso los mp3, lo escuche, y me encontre con un trabajo muy superior a la media . Es decir, de los 12 temas, hay un single mediocre, 7 excelentes ( las sobresalientes,'Give 2 me', 'Voices' y 'Heartbeat', por nombrar sólo algunas), dos que están bastante bien ('Miles away', 'Candy Shop') y un par de cortes horrorosos: el flamenco de cartulina, Spanish Lesson y la ultra sobre producida incredible.
Resumiendo, la eterna sensei del pop volvió más actualizada y enchulada. Gracias a su ejercitado ojo de lince se dio cuenta que para que la escuche un publico menor de 30 años es necesario dejar a los productores electrónicos under tipo William Orbit o Mirwais y optar por otros mas masivos del tipo Timbaland. Esto influyo en que esta nueva propuesta apostara por un pop más agresivo, y dejara de lado ese aire más estilizado de sus discos anteriores.
En defintiva, la gracia de este trabajo es que Madonna tenia todos los ingredientes para fabricar un caramelo indigesto: un mal nombre,una portada con una propuesta gráfica impresentable, un Justin,- que no alcanza a perjudicar el álbum- pero que claramente está demás,un lamentable look de boxeadora glam, y un disco siempre al borde de la sobre producción. Pero Madonna como, casi siempre, fue astuta (o intuitiva),y logro el milagro: fabricar este dulce que se derrite en tus oídos y no en tus manos.

No hay comentarios: