lunes, 6 de agosto de 2007

Laureles apolillados


Ya parece chiste repetido. Ya es la tercera vez que los miembros de Pixies aseguran que sacaran un disco. Y como ya es habitual Frank Black se desdice.
Siguiendo al pie de la letra la pauta de la industria musical, se han ido a la segura, sacado una infinidad de discos compilatorios y reuniendose no con un fin artístico sino exclusivamente con la intención lucrar, realizando giras en las que sólo tocaron viejos temas.
Esta bien, tienen a una legión de seguidores que no se cansan de escuchar sus cinco albumes incombustibles, pero ¿no será mucha flojera digo yo?. Se han transformado en esos ancianos apáticos, que han envejecido no por lo decrépitos de sus organismos sino por que se han anclado en esos dorados recuerdos que les impiden avanzar hacia un futuro mejor. Lo más fácil para la banda de Boston es no arriesgarse, para así no manchar su discografía impoluta.
Me tinca que le sucede lo mismo que a los geniales Portishead y al inefable Axl Rose que aunque no han lucrado y estrujado tanto su pasado musical como los Pixies, igual tienen a sus fans echando raíces y sacudiéndose las telas de araña de tanto esperar por años sus mentados nuevos discos. Estos artistas son como esos niños mateos, que al tener cero tolerancia a la frustración no fluyen y se quedan muy cómodos durmiendo en sus acogedores laureles, aunque estos ya estén demasiado apolillados.

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